Fatiga en pandemia y cómo evitarla

La pandemia por la COVID-19 no solo genera complicaciones físicas como la fatiga en las personas, sino también sociales, debido a las restricciones a nivel mundial que buscan reducir la cantidad de casos positivos.

Estas restricciones pueden causar también afectación mental, que puede ser igual de peligrosa, debido a que ataca de manera silenciosa, sin presentar síntomas visibles hasta que se encuentran en etapa avanzada.

El estrés y la fatiga son dos ejemplos de enfermedades mentales que han aumentado su presencia en la vida de las personas de manera considerable, por la incertidumbre y cambios de rutina que se viven en el contexto actual.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) instauró el término “fatiga pandémica” para referirse a la respuesta natural del cuerpo ante las medidas y restricciones prolongadas por la COVID-19.

Al cambiar de un momento a otro el modo de vivir, se pierde la forma en la que las personas se desconectaban del trabajo, ya que el espacio que anteriormente estaba dedicado para el descanso y la intimidad, ahora se comparte con reuniones laborales y clases en línea, por ejemplo, lo que aumenta el sedentarismo y el apego a las redes sociales como medio de distracción, algo que a largo plazo puede generar consecuencias nocivas para la salud.

Entre los síntomas de alerta que indican que se está pasando por un momento de fatiga o mucho estrés se detallan los siguientes:

 

Según los expertos de Emergencias Médicas, una persona que lleva mucho tiempo bajo los efectos de la fatiga sin identificar la situación y tratarla a tiempo, puede llegar a un punto en el que cualquier detonante podría generar tanto estrés hasta ocasionarle una crisis de ansiedad, ideación y pérdida del control.

LasLas siguientes recomendaciones le permitirán cuidar de su salud mental, y evitar cualquier consecuencia mayor ante este tipo de eventos.

  • Realizar una rutina diaria de actividad física, adecuada a sus posibilidades y con seguimiento de un profesional.
  • Alimentación sana y balanceada, ya que esto puede reducir otras enfermedades que se suman a los síntomas mencionados anteriormente.
  • Sueño reparador, al menos 8 horas diarias de ser posible.
  • Escuche su cuerpo y aprenda a detectar los posibles desencadenantes, para poder evitarlos o aprender a manejarlos.

Aunque no siempre es posible alejarse por completo de las razones que provocan o exacerban situaciones de estrés, es importante realizar actividades que ayuden con la secreción de dopamina, o mejor conocida como hormona de la felicidad, que contrarrestan los efectos negativos del estrés y la fatiga, por ejemplo: pasear con seres queridos, escuchar comedia, realizar actividades artísticas, compartir tiempo con la mascota, entre otras.

Si a pesar de realizar actividades que le generan alegría no logra disminuir la fatiga, lo recomendables es contactar un profesional en salud de su confianza. Recuerde que, en Emergencias Médicas, tenemos como prioridad la salud y el bienestar de toda la familia, por lo que ponemos a su disposición esta y otras recomendaciones en grupomedicas.com

 

 

 

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